Programación de las actividades de las que podéis disfrutar mes a mes
Consulta las principales actividades referentes al calendario anual y ¡no te pierdas nada!
La leyenda de la Malavella se sitúa en el lugar mágico de la ermita de Sant Maurici y el castillo de la Malavella, sitio donde se venció a la señora feudal, una mujer vieja, mala y misteriosa, para liberar al pueblo de Caldes de los impuestos y del miedo ante la desaparición constante de sus niños.
Cerca de la ermita de Sant Maurici se encuentra la masía de Can Riera, y una antigua tradición cuenta que la popular danza del «Heureu Riera» («Heredero Riera» en catalán) se originó en este lugar… Dice que el heredero Riera, rico propietario de Llançà, asistió una vez a la romería de Sant Maurici de Caldes de Malavella.
Cada 22 de septiembre se celebra la romería dedicada a Sant Maurici y todavía hay quien se acuerda de cuando una mano de madera, simbolizando la que perdió en su martirio, era besada por los fieles. Se explicaba una historia sobre esta mano que nuestros padres y abuelos veneraban.
El camino real era la vía de comunicación más importante entre Francia y Barcelona, y en su paso por Caldes se bifurcaba en dos caminos, el de interior y el de marina, en el punto que se llama la Creu de la Mà.
“LOS BOSQUES MÁS PELIGROSOS DEL PAÍS”
Siempre ha hecho gracia que el escudo de nuestro pueblo exhibiera a una señora desnuda tomando un baño de agua caliente mineromedicinal. La casualidad, la curiosidad y las voces de la experiencia han forzado que podamos afirmar que la chica en cuestión existió realmente.
En el Caldes de la época romana, llamado Aquae Calidae, ya había tres cerros de donde manaba agua caliente: el cerro de las Ànimes, el cerro de Sant Grau y el de las Moleres. Y los romanos fueron los primeros en aprovechar estas aguas y sus virtudes milagrosas.
Trata una leyenda popular que dice que es justamente el pino del Gegant del Pi que fue lanzado con fuerza por el susodicho gigante barcelonés, como demostración de valentía y osadía, y que cayó en este lugar de Caldes donde todavía hoy permanece solemne y esplendoroso, como prueba de la bravura y de la fortaleza del gigante.