A mediados del siglo XX, el Balneario Vichy Catalan ya era un establecimiento termal con casi medio siglo de historia. Desde 1883 que se comercializaban sus aguas, y en 1898 se abrió el primer establecimiento termal. El gran complejo que se puede ver en la actualidad no fue inaugurado hasta el inicio de la temporada del año 1904.
Pero el 20 de diciembre de 1937 el balneario fue convertido en la clínica militar n.º 2 del distrito de Gerona que llegó a acoger a más de 1.000 soldados heridos, cuando la capacidad máxima estimada era de 800. El 10 de marzo de 1938 los heridos recibieron la visita de parte del gobierno de la Generalitat republicana, encabezado por el presidente Lluís Companys.
En 1944 estaba previsto que el balneario pudiera albergar hasta a 495 marineros italianos. Para que cupiesen estos italianos, los balnearios se vaciaron de refugiados. En aquellos momentos la mayoría eran mujeres y niños judíos, de distintas nacionalidades, que habían entrado a España a través de los Pirineos (de 1939 a 1943) huyendo de los nazis y que no habían cabido en las prisiones y/o hospicios de Figueres y Gerona. Los hombres en edad militar, en cambio, después de ser enviados a las prisiones, eran enviados al campo de concentración de Miranda de Ebro.
Acabada la guerra mundial, algunos nazis se hospedaron aquí. Jugaban habitualmente a fútbol en los terrenos cercanos, y a ajedrez y al dominó en el Salón de Té, hoy desaparecido. El 23 de octubre de 1945, José Félix de Lequerica, nuevo ministro de Exteriores español, ordenó a la Dirección General de Seguridad la concentración de veintitrés “súbditos” alemanes en el balneario Vichy. Solo once fueron trasladados a Caldes porque el resto no pudieron ser localizados. Los gastos de manutención habían sido cubiertos por el Ministerio de Asuntos Exteriores, pero raramente pagaba, y esto motivó en el año 1946 una queja del director, Modest Carreras Furest, para reclamar una deuda de 85.000 pesetas.