Ruta Patrimonial

El cerro de Sant Grau

Siglos I-XIX. Pequeño promontorio donde hay varios manantiales de agua termal de Caldes, que desde la antigüedad fueron explotados con la construcción de unas termas romanas. En la época medieval, el cerro lo ocupaba el castillo de Caldes; actualmente, de este solo quedan parte de la muralla y las torres.

La capilla de Sant Grau (siglo IX), que da nombre al sitio, fue la iglesia parroquial del pueblo hasta que quedó obsoleta por el crecimiento de la población y por el hecho de estar construida en una zona con fuertes surgencias de agua termal, ya que provocaba que los cuerpos del cementerio no se descompusieran, sino que se momificaran. Entonces, se decidió construir fuera de las murallas la nueva iglesia de Sant Esteve (siglo XI). A partir de este momento, la capilla de Sant Grau fue el lugar donde se reunía el común del pueblo: el síndico, etc.

En el siglo XIX, el industrial Pau Estapé i Maristany adquirió buena parte del cerro e hizo construir la planta embotelladora del “Agua Imperial” en la actual plaza del Aigua. Aprovechando la afluencia de veraneantes al municipio balneario de Caldes, el Sr. Estapé adecuó el espacio para promocionar su producto. Además de llevarse a cabo allí la primera campaña de excavación arqueológica de las termas romanas, se creó un jardín modernista que integraba las fuentes de Sant Grau o de la Roqueta y la del Hospital en templetes de estilo neoclásico. Con la crisis del fenómeno del veraneo, todo el conjunto siguió un proceso de deterioro avanzado, hasta que hace unos años el Ayuntamiento de Caldes lo compró y lo adecuó.