Las tres rutas urbanas son la muestra de cómo Caldes ha sido tierra de acogida, tanto ayer como hoy, en la búsqueda de confort y bienestar.
La ruta del Camp dels Ninots nos proporciona una imagen única de cómo era la vida hace 3,1 millones de años. Tanto como recorrer la ruta “Caldes en Tiempo de Guerras (1936-1945)” nos damos cuenta de cómo la presencia de refugiados, heridos de guerra, marineros italianos o espías nazis, y su interactuación con los caldenses, reconocidos por su carácter hospitalario, generó todo tipo de relaciones personales y recuerdos que todavía perviven hoy.
Y mediante la ruta patrimonial observamos cómo Caldes se ha ido configurando a lo largo de los siglos con el agua termal como uno de los principales símbolos de identidad. Los romanos, conocedores de las propiedades mineromedicinales de estas aguas, que llegan a 60 ºC de temperatura, se establecieron en este lugar y lo llamaron Aquae Calidae.